Se habla mucho sobre todos los vinos que existen, se hacen innumerables catas, se realizan concursos mundiales para calificar el mejor vino y muchísimos expertos opinan sobre ello y nos lo recomiendan. Pero el mejor vino es el que a tí gusta y que cumple todas tus expectativas.
Pues bien, con la carne sucede lo mismo. ¿Cuál es la mejor carne para parrilla? La mejor carne es la que te gusta a tí. Y si además, cumple los requisitos para que la cocines a la parrilla, mejor que mejor.
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La mejor carne que podemos cocinar para parrilla
Y dicho esto, ¿qué carne es la mejor para cocinarla a la parrilla? Todas las carnes si son de buena calidad son aptas para que las puedas cocinar a la parrilla.
Por ello, cuando tengas que preparar una parrillada o una barbacoa de carne, tendrás que plantearte varias cuestiones:
- Cuántas personas tienen que asistir a la parrillada, teniendo en cuenta si tienen que acudir adultos y niños.
- Una vez conozcas esta información, podrás calcular la cantidad de carne que necesitas.
- Si sabes los gustos y preferencias de los asistentes, ya tendrás una idea clara sobre el tipo de carne que necesitas.
Y ahora lo importante, los tipos de carne que puedes utilizar para la parrilla son: bovino o vacuno, ovino, caprino, porcino o cerdo, conejo y pollo u otras aves.
Carne de bovino o vacuno
Dentro de la carne de bovino o vacuno tienes varios tipos, ternera, vaca y buey.
- La ternera es la vaca joven, con carne más rosada, más tierna, suave y fácil de comer.
- La carne de “vacas viejas”, que como su denominación indica, al tener una edad avanzada proporcionan una carne de color rojo intenso. Con una grasa muy madura que le da un sabor excepcional cuando las cocinas a la parrilla. Durante el tiempo que las vacas se dedican a la crianza, la cantidad y la calidad de carne que pueden proporcionar es muy baja, debido a que se prioriza la producción de leche.
- Y el otro tipo de carne de bovino que encontrarás es el buey. El buey son toros castrados que antiguamente se utilizaban en el medio rural para trabajos de arrastre y esfuerzo en el campo. Hoy en día estos trabajos se realizan con máquinas y los bueyes han pasado a crianza ganadera enfocada al consumo de carne.
Respecto a la carne de buey, tienes que intentar conseguirla en establecimientos donde no te vendan “gato por liebre”. Te digo esto porque deberá ser buey auténtico. El precio por kilo de carne es un dato importante, ya que encontrar buey auténtico por menos de 50 € el kilo es poco creíble.
Este nivel de precios da pie al engaño, por eso te comenté anteriormente que es muy importante la seriedad y fiabilidad del proveedor de este tipo de carne. Los precios son elevados porque cada vez hay menos gente que se dedica a la cría de bueyes. La cría de estos es muy larga (entre 10 y 20 años) y costosa, y la demanda es cada vez mayor. Pero bien, incluso en venta online puedes adquirir carne de buey auténtica para tu parrilla.
Piezas de carne de vacuno
Ya conoces la carne de bovino o vacuno que puedes cocinar. Ahora te voy a indicar las piezas de carne más indicadas para cocinarlas a la parrilla.
- Pieza muy habitual, el lomo alto y lomo bajo (entrecot).
- Chuleta y/o chuletón, que es lomo del animal sin quitarle el hueso. De la parte de la aguja y del lomo alto se obtienen las piezas más grandes.
- Solomillo, pieza superior del lomo bajo y más tierna del bovino o vacuno. Está exenta de grasa.
- Churrasco, corte del costillar del animal.
- Vacío, pieza por encima de la falda del animal donde se obtienen buenos filetes para la parrilla.
Ovino
En este tipo de carne tienes el estupendo cordero, que en función de su edad será más tierno, más sabroso y con más o menos grasa. También verás otras denominaciones en función de su edad como: lechazo, lechal o cordero.
El sabor más contundente te lo dará el cordero, con grasa muy sabrosa. Y la carne más tierna te la proporcionará el lechazo o lechal. Las partes que mejor se adaptan para cocinar a la parrilla, son las chuletas o chuletillas, depende del tamaño. Y dentro de las chuletas las tienen con hueso o llamadas de “palo” o riñonada (más traseras).
Caprino
Es la carne de cabra. Similar al cordero pero con menos grasa y más fibrosa. Para la parrilla te recomendamos las chuletillas de cabrito, versión joven de las cabras. Esta carne es más tierna y sabrosa.
Porcino o cerdo
La carne de cerdo ha sido catalogada por la Unión Europea como carne blanca, es decir, carne saludable. Ya lo dice el sabio refranero español, “del cerdo hasta los andares”. Se aprovecha en su totalidad.
De la carne de cerdo encontraremos el cerdo blanco típico y el cerdo ibérico (negro). Sus características son algo diferentes debido al sistema de crianza de ambos.
- El cerdo ibérico se cría en pastos naturales e incorpora la bellota (fruto del árbol encina) en la época de producción de ésta.
- El cerdo blanco suele estar en establos y se alimenta de piensos especializados y cereales (cebada y avena).
La diferencia que proporciona la forma de crianza, es principalmente que la carne del cerdo ibérico es más fibrosa y con infiltraciones de grasa en las zonas magras. Además la grasa del cerdo ibérico es monoinsaturada, por lo que aporta una ventaja para evitar que los niveles de colesterol malo (LDL) se incrementen en nuestro torrente sanguíneo.
Dicho esto, las partes del cerdo que te recomendamos para cocinar a la parrilla son:
- El Abanico. Es la envoltura externa de las costillas y muy infiltrada de grasa.
- Panceta. Pieza tradicional de toda parrilla. Huelga hablar de ella, todos la conocéis.
- Cinta de lomo. Carne muy magra y sabrosa que se obtiene separando esta pieza del hueso del espinazo.
- Solomillo. Pieza más apreciada exenta de grasa, tierna y gustosa.
- Chuletas. La cinta de lomo sin deshuesar. Para comensales que les gusta saborear la carne pegada al hueso.
- Costillas. Con hueso o tiras deshuesadas. Estupendas para la parrilla.
- Carrillada. Pieza magra situada en la mandíbula inferior, melosa y con vetas de grasa. Que aunque tradicionalmente se cocina guisada, te la recomendamos también para cocinarla a la parrilla. ¡No te arrepentirás!
- Morro y Oreja. Piezas con mucha grasa y abundante cartílago. Pero que si te gustan estas texturas en la parrilla conseguirás unos sabores estupendos.
Carnes de conejo y pollo
Este tipo de carnes llamadas “blancas” tradicionalmente se cocinan asadas o guisadas de diferentes formas. Pero también se pueden cocinar a la parrilla. Verás cómo percibes nuevos sabores que no esperabas de estas carnes. Las piezas son, tanto de pollo como de conejo, las que más te gusten: pechugas, muslos y entremuslos, costillas, alitas, etc.
Hamburguesas
Las hamburguesas son piezas de carne que tradicionalmente no faltan en ninguna parrilla, sobre todos si asisten niños a la barbacoa en cuestión. Y como sabes la procedencia de las mismas es muy variada, de ternera, de buey, de cerdo, de pollo y mezclas de varios tipos de carne.
Te recomendamos como más sabrosas e inolvidables, las hamburguesas de buey.
Embutidos
Dentro de los embutidos encontrarás todo tipo de longanizas, salchichas, chorizos, chistorra, morcillas y otras denominaciones.
Son piezas muy adecuadas para cocinar a la parrilla, y realmente el sabor que obtienes una vez cocinadas de esta forma es muy distinto. Vamos, que su sabor es mucho mejor y más auténtico.
Te recomendamos que averigües en la zona donde resides cuales son los embutidos típicos de allí, y que empieces cocinándolos a la parrilla. Cuando ya seas un experto cocinero de parrilladas, puedes también buscar embutidos famosos de otras zonas para experimentar nuevas sensaciones. La mejor carne para parrilla será la que tu cocines mejor y la que más te guste.
¡Recuerda! ¡Cocinar a la parrilla es un placer!